Su consumo favorece al corazón ya que tiene minerales importantes para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular y ayuda a controlar la presión arterial y los niveles de colesterol malo en la sangre.

Además su alto contenido de antioxidantes aumenta las defensas del cuerpo y combate a los radicales libres que intentan dañar las células protegiendo al organismo de diversas enfermedades. Su mayor beneficio está  en la habilidad que posee para la reparación de nuestra piel, mejorar la visión, fortalecer el corazón y ayudarnos en la pérdida de peso. Es además un potente anticancerígeno.